El despertar de su mirada

Desde el infinito de aquel cielo azulado puedo 

contemplar el sol amaneciendo de entre las nubes.

Son sus lindos ojitos que estando cerca de mi 

amada soy testigo y al tiempo contemplo el 

despertar de su mirada.

Aquella mirada suya a través del sol se

reflejaba su rostro entre aquellas cristalinas

aguas.

Entre ella y yo, bailábamos entre el vaivén del oleaje 

y al ritmo de aquella bella música

que a través de la brisa marina me transmitía

su linda voz.

La noche estrellada caía sobre nosotros, en 

medio del infinito firmamento me llegaba 

la luz iluminando aquella blanca y fina

arena. 

Yo la sentía como si fueran sus manos acariciando 

mi cuerpo, mi corazón palpitaba alegre y contento

pues la sentía cerca de mi. 

De pronto yo tambien la pude ver y dibujando 

sobre aquella blanca arena su cuerpo, sentía que

mi alma y todo mi ser le amaba como nadie le

podía amar.  

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