Los museos interactivos de realidad virtual siguen poniéndose de moda. El último que hemos visitado con el grupo de ocio de la Fundació Catalana Síndrome de Down (FCSD) ha sido White Rabbit, ubicado en el número 55 del Passeig de Gràcia de Barcelona.
Solo al llegar a la entrada, el museo ya te invita a adentrarte en un mundo fantástico. A través de la magia en todo su esplendor, te lleva a descubrir la cultura de Barcelona en su máxima expresión. Nos habla de la historia de Sant Jordi, de las sardanas, y también de los correfocs y demonios de la verbena de Sant Joan.
Barcelona con todo su encanto
Tanto si eres turista como si vives en la ciudad, este museo es una gran oportunidad para redescubrir la cultura catalana desde otra perspectiva, más moderna e inmersiva. Para quienes sienten nostalgia o amor por la ciudad, White Rabbit permite vivirla de forma renovada a través de sus diez instalaciones únicas, cada una con una visión artística diferente.
El arte y sus artistas
Entre lo que se puede ver en el recorrido destacan los cabezudos de Carles Piera, el popular caganer de Enric Planas, o su pieza L’ou com balla. También encontramos creaciones digitales e instalaciones artísticas como Enxaneta Seeds XR, Esclat de Onionlab, o FARRA de Playmodes, entre otras. La visita duró tres horas, pero se nos hizo corta: el tiempo vuela cuando te sumerges en este universo creativo.
Otras experiencias inmersivas
También vale la pena mencionar otras experiencias similares que ya hemos hecho como grupo de ocio, como el Paradox Museum o la exposición inmersiva de Tutankamón. Aún nos queda pendiente descubrir Titanic: The Official Exhibition.
Está claro que los museos están cambiando: se transforman para el uso y disfrute de toda la ciudadanía, tanto de quienes vivimos aquí como de quienes nos visitan. Esta es la Barcelona del mañana, que empieza desde su cultura, sus raíces y su capacidad de sorprender.
